Descubrir Málaga: La Torre de Martiricos

Efectivamente, se trata de una torre y está en Martiricos. Quienes atraviesan la Avenida del Doctor Gálvez Ginachero para ir o venir del Instituto se tropiezan –aunque me consta que muchos no la ven- con esta torre que no es lo que parece. El viandante piensa que formaba parte de alguna edificación religiosa y hay quien se atreve a decir que lo era de una ermita dedicada a los patronos de Málaga, San Ciriaco y Santa Paula, que fueron martirizados en esta zona de la ciudad.

Nada más lejos de la realidad. En realidad se trata de una alcubilla, una especie de depósito que recogía y distribuía el agua hacia otras zonas de la población. Por tanto forma parte de una red de abastecimiento de agua muy antigua que tenía Málaga en la Edad Moderna. Si os fijáis bien, en la cara que da a la Avenida hay una lápida que data de 1690, cuando reinaba en España Carlos II, en la que se da cuenta de unas reformas habidas en esta alcubilla. ¿Os atrevéis a leerla?

Desgraciadamente, la torre no está muy bien cuidada. Sin embargo no deja de ser un edificio interesante. Arquitectónicamente podríamos describirla como una torre exenta de planta cuadrada, organizada en dos pisos. En el superior se abren unos vanos arqueados de medio punto. La torre se remata con un curioso tejadillo a cuatro vertientes con azulejos blancos y verdes, dispuestos en zig-zag. La corona una veleta y una cruz de hierro. La torre se levanta en sus cuatro fachadas con unas pilastras lisas que también sirven de elemento decorativo. En una de las fachadas se añadió, ya en el siglo XX, una fuente que permite una mejor integración con los jardines que la circundan.

Espero que, a partir de ahora, la miréis con otros ojos... O que, simplemente, la miréis.